El peine de oro y nácar para el largo pelo negro, los pendientes de perlas filipinas, o quién sabe, la sombra para los pómulos, los polvos para la nariz (frustrada nariz egipcia), el carmín inglés para la boca que hay que inventarse, porque apenas hay boca, los collares de oro, de plata, y los collares traídos del fondo del mar, forjados minuciosamente por los orífices/artífices que trabajaban en el fondo del mar. La máscara de maquillaje para la máscara del rostro, el dibujo negro, largo y persa para los ojos, grandes y relevantes, con más color que mirada. Fe Segovia se arregla lentamente, ritualmente, minuciosamente, para la cena de esta noche, para la cena en casa de María Catalina Gentil de Biena.